Colombia se posiciona como uno de los mercados aeronáuticos más dinámicos de Latinoamérica, con una recuperación post-pandemia que superó las expectativas regionales. Sin embargo, el sector enfrenta desafíos estructurales que requieren atención urgente para garantizar su desarrollo sostenible y competitivo.
Por una parte, la sostenibilidad emerge como un desafío crucial para la industria, la emisión de Co2, el ruido y los aprovechamientos de residuos son unos de los factores que se deben tener en cuenta al momento de evaluar la actividad aérea, pero uno de los factores que más se ha venido impulsando dentro del sector, es el Combustible Sostenible de Aviación (SAF).
La producción local de SAF representa una oportunidad única de desarrollo. Hoy en día en América latina no produce SAF (aunque parece que en Paraguay hay un importante proyecto), sin embargo, se tiene presupuestado que para el año 2028 ya se pueda contar en Colombia con la producción del mismo.
Con relación a este tema, el país cuenta con ventajas competitivas significativas. Sin embargo, la ausencia de un marco regulatorio específico y de incentivos tributarios ha frenado las inversiones necesarias. Con la implementación de una política nacional de SAF podría reducirse la huella de carbono del sector de manera significativa y generar una nueva industria con potencial exportador, además de alinearse con una visión de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente.
Es por lo anterior que, podría establecerse un marco regulatorio específico para SAF, incluyendo incentivos tributarios para quien lo produce y quien lo use, fijando algunas metas graduales de mezcla obligatoria con otros combustibles.
Otro de los desafíos a los cuales se enfrenta el país, es la gestión de slots aeroportuarios, particularmente en El Dorado. El principal hub del país opera cerca de su capacidad máxima en horas pico, mientras mantiene franjas horarias subutilizadas. El sistema actual de asignación, basado en derechos históricos, dificulta en algunas ocasiones la entrada de nuevos operadores y la optimización de recursos.
Este es un tema que cada vez se presenta con más urgencia y que posiblemente para lograr ser atendido requerirá de una implementación de un sistema moderno de gestión de slots que incluya mecanismos diferentes a los actualmente utilizados.
En materia de competencia, el mercado colombiano presenta una concentración relevante tras la salida de algunos operadores. Si bien nuevas aerolíneas de bajo costo han ganado participación, persisten barreras de entrada que limitan la competencia efectiva. Los costos operativos elevados, incluyendo combustible y tasas aeroportuarias, junto con la dificultad para acceder a ciertos slots, constituyen obstáculos significativos para nuevos entrantes.
La regulación debe evolucionar hacia un modelo que promueva la competencia mientras asegure la sostenibilidad financiera del sector. En este caso se podría ver la manera de descongestionar el aeropuerto principal y mejorar la conectividad regional.
La implementación de estas medidas requiere un esfuerzo coordinado entre reguladores, industria y stakeholders. El horizonte 2025 ofrece una ventana de oportunidad para transformar los desafíos actuales en ventajas competitivas. La consolidación de Colombia como hub regional dependerá de la capacidad para equilibrar sostenibilidad ambiental, eficiencia operacional y competencia efectiva.
El sector aeronáutico colombiano se encuentra en un momento decisivo. El éxito en esta transformación no solo beneficiará a la industria aérea, sino que fortalecerá la posición de Colombia como líder en la aviación latinoamericana.
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